Como ya os contamos, la biogeografía es la ciencia que estudia la distribución geográfica de los seres vivos en el tiempo y el espacio. Para dicho estudio se tienen en cuenta todos los factores que las han originado. Estos factores pueden ser agrupados en 4 grandes grupos: factores antrópicos, factores biológicos, factores geológicos y factores evolutivos.
En la actualidad, seguramente sea el factor antrópico el que más modifica la distribución de los seres vivos en la Tierra. Por un lado, mueve de manera directa algunas especies de una punta a otra del planeta ya sea de manera consciente (para producción industrial, jardinería, mascotismo,…) o inconsciente (pegados a los cascos de los barcos o en nuestro calzado, dentro de los contenedores de transporte,…). Por otro lado, también lo hace de manera indirecta con sus modos de vida provocando, entre otras consecuencias, el cambio climático y la destrucción de los hábitats lo que obliga a las especies a desplazarse a otros lugares distintos al de origen buscando sus condiciones climáticas óptimas o lugares menos impactados por el ser humano.
En cuanto a los factores biológicos, son varios los que hay que tener en cuenta. La distribución de una especie depende de la ecología de la especie (ecosistema y nicho que ocupa dentro del él), la etología (como se comporta), sus adaptaciones (a qué hábitat se ha adaptado a vivir), su fisiología, etc. Para que todos lo entendamos: los delfines no viven en tierra firme porque son acuáticos y los ciervos no viven en el mar porque son terrestres, así como los corales no viven en los ríos porque son de agua salada y las ranas no viven en el mar porque son de agua dulce.
Sin embargo, los factores primigenios de la distribución de los grupos de seres vivos en el planeta Tierra son los geológicos y los evolutivos. Los factores geológicos afectan de dos maneras. La primera de ellas es la distribución y forma de la superficie terrestre emergida (y sumergida). Igual no lo sabías pero los continentes no se han distribuido en la Tierra de la manera que los conocemos ahora. A lo largo de la historia de la Tierra han ido formando diferentes masas terrestres que se han ido uniendo (formando un supercontinente llamado Pangea) o separándose (como en la actualidad). A estos movimientos se los llama deriva continental. La segunda es a través de los elementos geológicos que actúan como barrera física impidiendo el desplazamiento de las especies de una zona a otra: mares, océanos, ríos, montañas, desiertos,…
Por último, los factores evolutivos hacen alusión a los diferentes momentos en los que han surgido los distintos grupos taxonómicos de los seres vivos (familias, géneros, especies,…). Si tenemos en cuenta estos dos factores en conjunto, un grupo taxonómico que surgiera cuando toda la tierra emergida estaba formando un supercontiente, puede estar presente en todo el mundo o en zonas alejadas geográficamente que en su día estuvieron unidas. Sin embargo, un grupo que haya surgido tras la separación de los continentes, solo estará presente (de manera natural) en zonas unidas físicamente.
Todos estos factores configuran grandes patrones de distribuciones de los seres vivos en el planeta que se conocen como regiones biogeográficas de las cuáles hablaremos en el futuro en nuestro blog.