Seguramente hayas oído hablar de la tan “temida” procesionaria, de su “peligrosa” presencia en parques infantiles o de los “daños” provocados a mascotas y personas que han creado una fama demasiado alarmante. Lo hayas oído o no, seguramente nunca te has parado a pensar qué animal es.
La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa Schiff) es un insecto del orden Lepidóptera (comúnmente conocidos como mariposas) que podemos encontrar en zonas donde abundan los pinares, como por ejemplo en la Dehesa El Carrascal del Parque Regional del Sureste en Arganda del Rey.

Procesión que realizan cuando se van a enterrar. Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos.
Este insecto realiza una metamorfosis completa, es decir, experimenta cuatro fases diferentes: puesta, oruga, crisálida y adulto. Vamos a empezar a describir la primera fase del proceso; la puesta la realiza la hembra envolviendo dos acículas de la misma vaina con unas escamas doradas que tiene en su abdomen. Los huevos son blanquecinos, esféricos y duros. Las orugas que salen de estos huevos experimentan 5 estadios larvarios y es en el tercero en el que desarrolla sus pelos urticantes, característica principal de esta especie. Estos pelos son desprendidos por las larvas cuando se sienten amenazadas pudiendo provocar irritaciones o urticaria.
Presentan una coloración parda con pelos blanquecinos. Cuando la oruga se entierra a unos 15 centímetros de profundidad, crea un capullo de forma ovoide muy urticante. El insecto adulto es una mariposa, en el que la hembra es algo mayor que el macho. Sus alas son de color grisáceo y su tórax es piloso.

Adulto macho y típica puesta sobre las acículas. Fuente: Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos.
La procesionaria generalmente realiza un ciclo anual, aunque puede alargarse debido a la diapausa (estado fisiológico de inactividad, gracias al cual se adapta a las temperaturas más frías). Su desarrollo está claramente condicionado a las temperaturas de la zona en la que se encuentre. Los adultos empiezan a aparecer a partir del mes de julio y pueden estar en vuelo aproximadamente dos meses. La puesta puede tardar en eclosionar de 30 a 40 días.

Defoliaciones provocadas por la procesionaria. Fuente: Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos.
Tal y como hemos empezado hablando, este insecto es famoso por los daños que causa al ser humano y a sus mascotas, pero en pocas ocasiones somos conscientes de que también puede suponer un problema en los árboles. Su presencia puede provocar defoliaciones (caída prematura de las hojas de los árboles), lo que en ocasiones conlleva a una disminución del crecimiento del árbol, por lo que afecta más a pinos jóvenes.

Trampa de feromonas en la Dehesa El Carrascal.
Al caminar por zonas de pinares habrás visto colgado de los pinos una especie de “jaula” con una bolsa de plástico colgada y te habrás preguntado qué es y para qué sirve; pues bien, es una trampa con feromonas que se coloca para controlar los niveles de infestación, captura a los machos de la mariposa, evitando así que se reproduzcan y que se extienda. Además, con ella podemos conocer el número de adultos presentes en esa zona durante ese año y la cantidad de puestas que se van a realizar.
Ahora que ya conocemos su ciclo vital y las zonas zonas donde es más común (zonas de pinares), podemos adaptar nuestros hábitos para así reducir los riesgos, hacia las personas o hacia nuestras mascotas.
Bibliografía:
- Documento divulgativo: https://www.benavente.es
- Plagas y enfermedades de las masas forestales extremeñas. La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa Den. Schiff) Junta de Extremadura. Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente. Manual para la evaluación de los niveles de infestación en rodales de seguimiento.
- Thaumetopoea pityocampa. Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía.