Flores de invierno

Aunque desde siempre nos han enseñado que la primavera es la estación de las flores (y no deja de ser verdad), si nos fijamos bien, durante el invierno también podemos ver algunas. Pero… ¿qué plantas producen sus flores en esta estación del año? La respuesta es bien fácil: los árboles que forman el bosque de ribera (al menos en el entorno de la laguna de El Campillo). Puede que no sean flores muy llamativas ya que son de pequeño tamaño y casi ni parecen una flor, pero sí que son abundantes. Los árboles de los que hablamos son el álamo blanco (Populus alba), álamo negro (Populus nigra), sauce (Salix alba), fresno (Fraxinus angustifolia) y olmo (Ulmus minor). Vamos a ver las flores de cada uno de ellos.

Amentos de chopo en el suelo del camino al C.E.A El Campillo.

En el caso de los álamos (también llamados chopos) y el sauce, las flores tienen muchas cosas en común. En las tres especies las flores crecen en racimos colgantes llamados amentos y tienen por un lado árboles con flores masculinas y por el otro árboles con flores femeninas ya que son especies dioicas. Los amentos de flores femeninas, que comienzan a aparecer unos días después de las masculinas, son muy fáciles de identificar debido a la presencia de un pistilo de color verde que ocupa prácticamente toda la flor (como unas «bolas verdes»).

Por su parte, para distinguir los amentos masculinos hay que buscar «unos gusanos» de colores colgando de los árboles. Para distinguir las flores masculinas entre las especies hay que fijarse en el color y en el tamaño de los amentos. Los amentos del álamo blanco son robustos, anchos y con flores de color rosáceo rojizo cuando acaban de abrirse, y más amarillas cuando van perdiendo partes de la flor. Por su parte, los del álamo negro son más finos y alargados y de color más rojizo. Por último, los del sauce presentan flores amarillas. De estas tres especies; los primeros que empiezan a florecer son los álamos blancos macho, seguidos de las hembras de esta misma especie.

Las flores del fresno y del olmo también son minúsculas y crecen en inflorescencias pero en este caso formando glomérulos. Además, al ser especies monoicas, todos estos árboles presentan flores hermafroditas, es decir, que contienen estambres y pistilos. Las flores de los fresnos carecen de sépalos y pétalos y se disponen formando ramilletes opuestos. Por su parte, las flores del olmo forman glomérulos globosos alternos de color verdoso o pardo-rojizo con un número variable de sépalos. Los fresnos junto a olmos y álamos blancos machos son los primeros que florecen empezando a finales de enero o principios de febrero.

Otras de las flores que pueden verse en nuestro camino en esta época del año, son las flores de los almendros, hermafroditas y monoicas, de un tamaño de unos 3-5 centímetros y con 5 pétalos de color entre blanco y rosáceo, crecen de manera solitaria o agrupadas hasta de 4 en 4.

Si es la primera vez que intentas identificar a los árboles por su flores seguro que no te resulta fácil. Pero no ceses en tu empeño…¡tómatelo como un juego! Aquí te dejamos una pequeña guía de identificación.

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Ilustraciones de los diferentes amentos e inflorescencias del álamo blanco, álamo negro, sauce blanco, fresno y olmo. Fuente: Guía de flora del Parque Regional del Sureste.

Todo es cuestión de práctica y el camino que lleva a nuestro centro es la mejor clase para aprender a diferenciarlas ya que, en un kilómetro de distancia puedes verlas todas. ¡Anímate a venir a descubrirlas! Y si tienes dudas… ¡pregúntanos!