El pasado 30 de marzo parte del equipo del CEA El Campillo, junto con otros centros de la red, se desplazó hasta GREFA, ubicado en el Monte del Pilar (Majadahonda, Madrid), para conocer sus instalaciones así como su metodología de trabajo. GREFA (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro, que nace en 1981 como asociación para el estudio y conservación de la naturaleza.



La bienvenida a sus instalaciones vino de la mano de Mónica y Eva, las educadoras encargadas de enseñarnos las instalaciones, así como de acompañarnos durante toda la mañana y compartir sus recursos con nosotras.
La primera de las instalaciones que visitamos fue la dedicada a las «Grandes Águilas», donde pudimos observar ejemplares irrecuperables de águila azor-perdicera, águila real, águila imperial ibérica y milanos real y negro. La causa principal de daños y muerte de estas rapaces son los tendidos eléctricos. A través de la maqueta de un tendido eléctrico, nos mostraron cómo se electrocutan estas aves y cuáles son las medidas correctoras que se pueden instalar para reducir las colisiones y muertes por electrocución.



También visitamos el Primillar, que cuenta con 24 cajas nido en las que se alojan 32 cernícalos primilla, de los cuales algunos son irrecuperables, pero también hay ejemplares que sí son recuperables y en un futuro serán devueltos de nuevo a la naturaleza. GREFA atiende la friolera cifra de unos 350 pollos de cernícalo primilla al año. El principal problema que se encuentra esta especie es que necesitan edificios viejos para poder anidar y a veces, cuando regresan de su migración, estos edificios ya no están o han sido reformados.
Los cernícalos son aves filopátricas, es decir, que tras sus migraciones vuelven al mismo sitio del año anterior. De hecho, el primer vuelo que realizan al salir del nido, lo fijan como lugar de nacimiento y siempre vuelven a ese lugar. Por ello, las cajas nido de GREFA se llevan a otros primillares de Madrid, Castilla la Mancha y Castilla y León, para que estos nuevos ejemplares lo recuerden como lugar de nacimiento.


Mónica y Eva nos enseñaron también las instalaciones del hospital, la enfermería y el laboratorio, donde tratan a la fauna que llega herida o enferma. También compartieron con nosotras sus recursos educativos y nos dieron a conocer su nuevo «Proyecto Steam: diarios de viaje». En el muladar pudimos observar a tres individuos de buitres negros, una pareja de buitres leonados y otra de alimoches, ¡qué impresión ver a estos animales tan cerquita!
La última instalación que visitamos fue la de las cigüeñas negras. En ella se encuentra una pareja, llamadas «Sol» y «Sombra», que este año habían conseguido poner una puesta de cuatro huevos. Los huevos fueron llevados a una incubadora con un doble objetivo: que los huevos pudieran estar observados las 24 horas del día y para comprobar si una vez retirados estos huevos, eran capaces de hacer una segunda puesta.



En esta sala también nos enseñaron tres egagrópilas: una de ellas encontrada en la Sierra de la Demanda (Burgos) perteneciente a un buitre negro y las otras dos egagrópilas eran de cigüeña encontradas en Madrid. Sorprende ver la cantidad de basura humana (sobre todo diferentes tipos de gomas) que contenían las egagrópilas de las cigüeñas de Madrid, habituadas a vivir en zonas urbanas.
Destacar la labor de GREFA tanto en su trabajo con la fauna autóctona como en la sensibilización y la educación ambiental, como herramienta clave para ayudar a la conservación de la fauna por parte de la población. De lunes a viernes organizan visitas para centros escolares y los fines de semana y festivos para familias. ¡Muchas gracias por la visita!
Fuentes consultadas: